Conocer la propia identidad de la institución es el punto de partida de la Comunicación Institucional. Es solo a partir de ésta que podremos organizar lo que el público conocerá de nosotros: inicialmente las características particulares de la organización y luego, lo que lo diferencia de la competencia.
La identidad se trata de esos rasgos o características que hacen la personalidad de la institución, el alma de esta, su origen, su historia, su misión, sus valores, sus visiones de futuro: qué somos y por qué estamos acá. Partimos de ella para poder establecer lineamientos claros y concretos de qué comunicar y, en relación a esto, de qué forma hacerlo o mediante qué canales.
A la hora de plantear la comunicación las empresas e instituciones – al menos aquellas que dan o se dan lugar a hacerlo intencionalmente – se enfrentan con desafíos y oportunidades que requieren una mayor planificación, tanto estratégica como operativa.
Planificar permite visualizar dónde estamos parados actualmente y ver a dónde se quiere ir, pero además definir una lógica de comunicación con nuestro público. Buscar una coordinación efectiva de todas las comunicaciones (internas y externas) con el propósito general de establecer y mantener una reputación favorable frente a los diferentes grupos de públicos.
El objetivo es garantizar la coherencia del mensaje corporativo y la transparencia de la organización. Es decir, el logo, la imagen del comercio, local, sucursal, la vestimenta del personal, la publicidad que se realiza en radio, el post en Facebook, todo está siendo parte de eso que se comunica. Es decir, la Comunicación Corporativa es el marco estratégico que engloba a todos los tipos de comunicación, sea esta de marketing, organizacional o de gestión. “Tomadas en conjunto, estas diversas formas de comunicación producen el mensaje completo de la empresa” (Dolphin)
Por esto, algunas de las ventajas de contar con una planificación o estrategia de comunicación Institucional pueden ser:
- Lograr coherencia en el mensaje.
- Diferenciar mi marca por sobre otras.
- Fidelizar públicos (ya que el mensaje llega con más firmeza y claridad según objetivos acordados previamente).
- Lograr alianzas estratégicas.
- Fortalecer la identificación del personal para con la empresa.
- Organizar los recursos de la empresa de la manera más adecuada posible.
- Mejorar el clima laboral.
Es a partir de esta visión que se entiende que, por más que uno no lo haga intencionalmente, nuestra empresa/organización comunica, y hoy día nuestros públicos están más que atentos a esta cuestión. La vida pública ha tomado un rol sumamente protagónico en las organizaciones. Por lo que es hora de repensar cómo se está abordando y si realmente lo estamos haciendo de manera consciente, si estamos apuntando a ese horizonte y si lo que publicamos va en ese sentido.